Milpa Alta fue un antiguo asentamiento nahua. Actualmente es una de las 16 delegaciones políticas que conforman el Distrito Federal. Con una extensión de 27 828 ha, es una de las delegaciones rurales más extensas del valle de México.
Los nahuas de Milpa Alta habitan en doce pueblos: Villa Milpa Alta, que es la cabecera delegacional; San Antonio Tecomitl; San Francisco Tecoxpa; San Jerónimo Miacatlán; San Agustín Ohtenco, todos éstos situados al oriente de la delegación; San Pedro Atocpan, San Pablo Oztotepec, San Bartolomé Xicomulco y San Salvador Cuauhtenco localizados al sureste y, por último, al sur se encuentran San Lorenzo Tlacoyucan, Santa Ana Tlacotenco y San Juan Tepenahuac.
El clima predominante es templado, frío en el área montañosa. Los recursos forestales que aún se conservan son los madroños, oyameles, ocotes y pinos. Respecto a la fauna, las especies que se encuentran en peligro de extinción, pero que aún subsisten son el coyote, los escorpiones, el gato montés y pequeños roedores como ratas de campo o liebres. Los jabalíes, tigrillos y tlacuaches se han extinguido por completo. Además, la región presenta una gran biodiversidad y alberga algunas especies en peligro de extinción, como el conejo teporingo.
Las dos terceras partes de la delegación son montañosas; las principales elevaciones son los volcanes Cuautzin, Tetzacoátl, Ocuzacayo, Acopixco, San Bartolo, Chichinautzin y Tláloc, y los cerros Pripitillo, Telcuayo, Coralera, Ocotécatl y Loma del Madro- ño. En la delegación se ubica también el volcán Teuhtliel cual desde la época prehispánica tiene un importante significado cultural para los nahuas. Las principales fuentes de agua son los arroyos Cuautzin y Tlatixhualanca, aunque en la memoria de los milpaltenses está muy presente el Tulmiac, fuente de agua que abasteció a Milpa Alta desde la época prehispánica y hasta algunas décadas antes de finalizar el siglo XX, y que se asocia a la fundación de Milpa Alta en el periodo colonial.La delegación, junto con otras zonas ubicadas al sur poniente del Distrito Federal, se convirtió en Área de Conservación Ecológica en marzo de 1987. Esta región resulta de vital importancia en el proceso de recarga de los acuíferos de la capital del país, debido a la porosidad de sus suelos, que facilitan la filtracióny el almacenamiento de agua pluvial en los mantos freáticos.