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+Autodenominación y tronco lingüístico

01-icono-autodenominacion_cdSe autodenominan en su lengua comom’ti-pa. También son conocidos como diegueños o laymon. El nombre de cochimí les fue dado por los misioneros quienes llamaban de ese modo a los habitantes de la frontera.
La lengua de los pueblos cochimíes también es conocida como idioma laymón y es la lengua de los pueblos que ocuparon la mayor parte de la península de California hasta su extensión, ocurrida a principios del siglo XX. La lengua original no es el cochimí actual, que es la manera en que se nombra a la lengua mti’pai que se habla en el norte de Baja California (México).Esta lengua presenta dos grupos, el cochimí meridional y el septentrional. La divisoria entre ambas es la Misión de San Ignacio de Kadakaamán, en el norte del actual territorio de Baja California Sur. La lengua ha llegado hasta nuestros días por el legado de los jesuitas que trabajaron en la zona durante el siglo XVIII. Analizando estos textos fue posible establecer una relación entre el antiguo cochimí y el resto de las lenguas de la familia yumano-cochimí, de la que constituyen un grupo independiente.

+Localización y zona ecológica

02-icono-localizacion_cdOcupan las mesetas costeras de los municipios de Tecate, Tijuana y Ensenada; sus principales núcleos de población están en las localidades de La Huerta, Ojos Negros, Peña Blanca y Español de Manteca. Con una altitud que va de los 500 msnm en la zona costera, hasta los 2.000 msnm en la serranía, la región presenta un clima muy seco, con un suelo árido y semiárido de características desérticas, con cerros de escasa vegetación donde predominan los matorrales y los cactus. La fauna de la región se compone de venados, coyotes, pumas, borrego cimarrón, conejos, víbora cascabel, lagartijas y aves como: águilas, codornices, correcaminos, halcones, búhos, etc.

+Historia

03-icono-historia_cdAl establecerse los jesuitas con sus misiones en Baja California, hacia el siglo XVII, los contactos entre los cochimíes y los españoles, que en principio habían sido esporádicos, se volvieron constantes. Ante la expulsión de los jesuitas por la corona española en 1768, fueron los monjes franciscanos los que continuaron su tarea, encabezados por fray Junípero Sierra. Sus continuadores fundaron la misión en el camino norte hacia Alta California.
El periodo misional produjo tal impacto sobre las poblaciones cochimí, que redujo enormemente sus posibilidades de sobrevivir, y con ello, de ver llegar los otros ciclos de contacto y colonización. Por una parte, los trabajos forzosos, el cambio de dieta y la imposición de una vida sedentaria y cautiva, mermaron la resistencia de este grupo. Así también, las epidemias desatadas por el colonizador hicieron desaparecer a la mayoría de la población nativa. Estas enfermedades fueron la tuberculosis, el tifo, el sarampión, la viruela y la sífilis, las cuales empezaron a presentarse entre los indígenas desde los primeros contactos con los españoles. La agresividad de estas enfermedades fue tal, que en los primeros veinte años de evangelización jesuita desaparecieron tres cuartas partes de la población indígena del sur y centro de Baja California.Luego llegaron los dominicanos quienes fundaron la misión en El Rosario en 1774. La actividad evangelizadora finalmente exterminó casi en su totalidad a los cochimí, de tal forma que cuando los misioneros dominicos arribaron a Baja California, los antiguos habitantes del Desierto Central estaban prácticamente extintos.
En la actualidad no existe un solo hablante de la lengua cochimí. No obstante, como se menciona anteriormente, a los habitantes tipai de la Huerta y San Antonio Nécua se les identifica –y ellos mismos se identifican– como indígenas pertenecientes a este grupo. A principios de la década de los noventa del siglo pasado, mucho tiempo después de que los misioneros y los científicos comprobaran la inexistencia técnica de los cochimí, un grupo de habitantes de la ex misión de Santa Gertrudis se presentó ante la oficina del antiguo Instituto Nacional Indigenista en Ensenada, para solicitar que se llevaran a cabo los trámites correspondientes para ser reconocidos como indígenas pertenecientes a este grupo. No obstante, ninguno de estos habitantes conocía el idioma nativo, pero se reconocía a sí mismos como cochimíes.

+Organización social

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+Autoridades

05-icono-autoridades_cdEste grupo étnico practica como forma de gobierno el matriarcado. La última jefa del grupo fue Teodora Cuero Robles, que ostentaba el título de general, ella murió en Agosto del año 2014 a los 94 años.

+Religión y cosmovisión

06-icono-cosmovision_cdA pesar de que en los informes misionales se afirma contundentemente que los cochimí no poseían religión alguna, estos mismos informes describen un sistema religioso compuesto por los siguientes elementos: un mito fundacional o de la creación, un sacerdote-hechicero, sitios sagrados para la celebración de ceremonias, y elementos materiales simbólicos propiciatorios. Respecto al mito fundacional, los cochimí –al igual que el resto de los yumanos- creían en dos creadores. Solo que a diferencia de éstos, los cochimí afirmaban que uno de estos creadores era descendiente del otro y no su hermano.
Por su parte, los líderes religiosos de los cochimí eran los wamas, una especie de hechiceros-relatores como los kusiyay de los kumiai, capaces de establecer contacto y comunicación con el mundo sobrenatural, el wama, además de ser guía del grupo y curandero, era también el maestro de los adolescentes. Cualidad que se veía potencializada cuando adquiría el rol de relator de sucesos, mitos y profecías, ya que entonces se constituía en la única figura capaz de congregar a todo el grupo en torno suyo, incluyendo a los niños.
Entre los cochimí existían sitios sagrados para la celebración de ritos de iniciación, tanto de los adolescentes como de los futuros hechiceros. Estos eran las cuevas adornadas con pictógrafos que en algunos casos representaban la figura del propio hechicero. Se trata de un arte rupestre monumental, con figuras antropomórficas y zoomórficas de tamaño natural, que si bien eran empleadas por los cochimí para sus ceremonias, su elaboración es adjudicada a los comondú, grupo que habitó con anterioridad el territorio de este grupo.

+Actividades productivas

07-icono-productivas_cdNo conocían la agricultura ni practicaban la ganadería, aunque si se cree que se dedicaron a la alfarería desde antes de la llegada de los españoles. Pero sus principales actividades eran la caza, pesca y recolección. Recolectaban el fruto del cactus pitahaya, de gran valor nutritivo pero de corta duración por tratarse de un fruto estacional. Por eso después de digerirlo levantaban la semilla de entre sus excrementos, las asaban y las comían para aprovecharlas como si se tratara de una segunda cosecha.

+Fiestas

08-icono-fiestas_cdLas fiestas patronales, una antigua costumbre heredada de los jesuitas. Después del cierre formal de las misiones, los asentamientos que se habían ido formando con los indios, soldados y sirvientes misionales, continuaron conmemorando estos eventos, haciéndolos cada vez más suyos y relevantes para su cohesión. Dichas fiestas tienen como objeto festejar a los santos protectores de las misiones de San Borja y Santa Gertrudis, el 3 de octubre y el 16 de noviembre, respectivamente. A ellas acuden puntualmente todos los originarios de estos lugares, procedentes de lejanas ciudades localizadas, incluso, en los Estados Unidos.
Estas fiestas dan inicio anticipadamente con el campeo, actividad que consiste en rastrear a lo largo de las sierras y por varios días al ganado suelto meses atrás con el propósito de que se reproduzca y alimente con bajos costos para sus propietarios; una vez localizados los animales, son arriados hacia los corrales de manejo en las localidades, en donde se procede a la identificación de las nuevas crías, su desparasitación, su distribución por familia y a su herraje. En la mañana del día indicado, después de un servicio religioso en la ex misión correspondiente, se procede a sacar de la iglesia al santo patrono o a la patrona, según sea el caso, para pasearlo en andas. En esta procesión participa toda la localidad.

+Gastronomía

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+Vestido tradicional

10-icono-indumentaria_cdEntre los hombres era común andar desnudos, solo llevaban unos adornos de carrizos, caracoles y conchas de mar. Las mujeres vestían enaguas de carrizos delgados insertados en fibra vegetal, tapando su parte trasera con pieles de venado o de otros animales. A la cintura solían llevar un cinto y en la cabeza una red colocada como una venda. Calzaban huaraches de cuero o tejido tipo ixtle.
Después del periodo misional, los descendientes de los cochimí adoptaron la cultura del vaquero caracterizada por su singular indumentaria, sus estilos constructivos, su cultura material y su vida social y festiva. A través de este proceso, estas poblaciones establecieron un contacto permanente con los propietarios de ganado vacuno y lanar de origen europeo o norteamericano, de quienes adoptaron los elementos más visibles de su forma de vestir: Las botas vaqueras y las teguas que evocan el antiguo calzado español, hecho de piel rustica de cabra, clavada con numerosas tachuelillas a una suela elaborada con el hule de llanta; las alpargatas, el sombrero de piel, los pantalones de mezclilla y la singular cuera –abrigo largo hecho de piel para proteger al cuerpo de las espinas.

+Actividad artesanal

11-icono-artesania_cdLos cochimí han perdido muchas de estas tradiciones, actualmente sólo algunas personas en La Huerta elaboran esporádicamente muñecas de trapo, el palo para cazar conejos semejante a un boomerang, figuras talladas en madera y de cerámica con técnicas modernas, así como pirograbados en cuero.

+Música o danza

12-icono-musica_cdSus ceremonias se realizan en dos centros principales de ceremonial, La Huerta y San Antonio Neuca. Estas ceremonias y fiestas son animadas con cantos y bailes, acompañados por sonajas que ellos mismos fabrican con calabazas o bules y a las que llaman jalma. Durante las fiestas patronales participa toda la localidad, acompañada de un grupo musical que ejecuta la antigua música de acordeón, contrabajo, bajo sexto, violines y guitarra.

+Medicina tradicional

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