Los mayos enfrentan problemas de sequía o salinidad de las tierras que significan muchos riesgos para los pequeños productores, a quienes les es difícil conseguir créditos para semillas, aperos y pago de agua, por lo que muchos rentan sus parcelas a grandes compañías agroindustriales, que les permiten asegurar algunos ingresos. Aunque otros, se ven forzados a vender sus tierras.
En estas condiciones muchos, se ven en la necesidad de emplearse como jornaleros agrícolas. Mientras que, en la zona de los valles, algunos que se han organizado en sociedades cooperativas, a raíz de la dotación ejidal, incorporándose en la producción de caña de azúcar, jitomate, papa, maíz, trigo, algodón, ajonjolí y cártamo, entre otros.
La ganadería se desarrolla de manera secundaria de acuerdo con las características del territorio. Otra actividad económica es la pesca en ríos y costas, que, por diferentes razones, no les reportan suficientes beneficios.
Además de estas actividades, se emplean como maestros tanto en sus localidades como en ciudades cercanas; así como en otras actividades profesionales como son de abogados y enfermeras.