Los popolucas en la zona del Istmo y del Altiplano del sureste tuvieron una fuerte relación con los nahuas. Durante el periodo posclásico, la avanzada nahua se proyectó hacia América Central, dejando una significativa presencia en la región istmeña; estos movimientos trajeron la nahuatlización de ciertas poblaciones popolucas como Pajapan.
Los alcances económicos, lingüísticos y culturales de las rutas y circuitos comerciales, entre los cuales se enclavaron las poblaciones popolucas, trajeron la diversidad y variantes lingüísticas del popoluca y del propio náhuatl del Istmo. El entorno ecológico y las características de los patrones de asentamiento que le corresponden desde tiempos de la cultura olmeca, indican la existencia de poblaciones dispersas y con baja densidad demográfica de cada asentamiento.
El intercambio comercial favoreció, en perspectiva, la nahuatlización popoluca, en un área donde se veneraba a la deidad que presidía los intercambios: Yacatehcutli, y que durante la Colonia fue sustituido por los cristos negros. La diversidad étnica se iba afirmando en el espacio istmeño, sin afectar las hegemonías que cada grupo lograba imponer a las que quedaban bajo su control territorial.
Durante la época colonial, la política de congregación de los pueblos indios en la región istmeña, reforzó la nahuatlización de algunas comunidades popolucas. En 1599 existían varios poblados en los que los varones hablaban náhuatl y las mujeres popoluca.
La diversidad étnica se hizo compleja a partir del contacto colonial con la trata de esclavos negros, complicando las relaciones interétnicas de los popolucas.
Durante la época independiente fueron colonizados por un grupo de inmigrantes franceses los municipios de Acayucan, Huimanguillo y San Andrés Tuxtla.
En el siglo XX se han presentado diversos movimientos poblacionales de los popolucas, que originaron la fundación de nuevos pueblos. La segmentación de los popolucas se da en el marco de un contexto creciente de localidades mestizas, aunque a nivel local mantienen un carácter compacto, expresado en su configuración barrial (Soteapan) o de manzana (Sayula). El reconocimiento popoluca de la diversidad étnica del espacio regional, aparece refrendado tanto por la historia regional como por su propia experiencia de lucha por la tierra, aproximándolos en sus demandas formuladas por las poblaciones nahuas.