Entre los q’anjob’ales asentados en Chiapas, que tienen como patrona a Santa Eulalia, se sigue celebrando su fiesta, aunque no es una celebración con la magnitud de la que llevan a cabo en el pueblo de Santa Eulalia, Huehuetenango, en Guatemala o de las réplicas que se hacen de ella en otros lugares, por ejemplo las que realizan los migrantes que viven en los Estados Unidos. En el caso de los q’anjob’ales de Chiapas, su situación de refugio no les permitió mantener esta celebración con la misma relevancia de la celebrada en Guatemala. Aunado a esto están las conversiones religiosas, cada vez hay más iglesias evangélicas en estas comunidades.
Sin embargo, uno de los ritos asociados a la celebración de santa Eulalia es el de cambio de autoridades que se realiza al inicio del año, el primero de enero. En Guatemala le llaman cambio de alcalde, en México es el cambio de autoridades ejidales. Este ritual, que es festivo, se realiza por nombramiento de la población, se escoge a quien será autoridad y a su suplente, el cargo tiene duración de un año y es rotativo, pero también es hereditario.
En las comunidades q’anjob’ales que todavía se lleva a cabo esta ceremonia, que ya son pocas, el ritual consiste en que se cooperan para comprar una cajetilla de cigarros, unos litros de trago e invitan a la población: mujeres, hombres, niños, jóvenes, para hablar de cómo pasó el año, los problemas que tuvieron y dar gracias por los beneficios recibidos. Actualmente en muchas de las comunidades esto se ha perdido y lo único que hacen es que las nuevas autoridades, al principio del año, reciben el cargo y ya no llega la gente.