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+Autodenominación y tronco lingüístico

01-icono-autodenominacion_cdEl pueblo tlapaneco habla variantes lingüísticas pertenecientes a la familia lingüística oto-mangue.

+Localización y zona ecológica

02-icono-localizacion_cdLa región me’phaa se localiza entre la vertiente de la Sierra Madre del Sur y la costa del estado de Guerrero. La población me’phaa se ubica, en su mayoría, en los distritos de Morelos y Montaña, principalmente en los municipios de Acatepec, Atlixtac, Malinaltepec, Tlacoapa, San Luis Acatlán y Zapotitlán Tablas y, en menor concentración, en Atlamajalcingo del Monte, Metlatonoc, Tlapa, Quechultenango, Ayutla, Azoyú y Acapulco. El área me’phaa va de la Costa a La Montaña, y es de aproximadamente 3 000 km2. Su topografía es accidentada y de 800 a 3 050 metros sobre el nivel del mar, por lo que se divide en tres zonas: una zona alta con clima frío, otra central con clima templado y una baja ubicada en la Costa Chica. De la parte alta nacen distintos ríos que alimentan al Papagayoy el Mezcala; entre los más importantes se encuentran el Tlapaneco, el Totomixtlahuacac y el río Chiquito. Predomina el clima templado subhúmedo con lluvias en verano, con una temperatura media anual de 18°C y una precipitación pluvial anual de entre 800 y 1 200 m2.
La mayor parte del área me’phaa presenta la flora de bosque acicolifolio de la Sierra Madre del Sur, con presencia de ocote chino y variedades de pino que alcanzan una altura media de 20 a 25 m. Se nota también la presencia de diversas gramíneas y encino rojo y blanco. En la parte baja crecen caobas y una variedad de árbol conocido como ixeriñuu, que es utilizado para postes esquineros de las casas por su alta resistencia a la humedad. En la parte alta existe gran variedad de quelites silvestres y hongos que son aprovechados por los habitantes de la región para complementar su dieta alimenticia. Entre las plantas domésticas que se dan en la zona se encuentran platanares, cafetales, guayabos y guarumbo. La fauna silvestre que habita la región está compuesta por tlacuaches, armadillos, conejos, víboras, zorros, zorrillos, ardillas, pájaros diversos y abejas silvestres. En la zona boscosa hay venados, jabalís y tigrillos, que por la excesiva cacería están en proceso de extinción.

+Historia

03-icono-historia_cdLos me’phaa se asentaron en el actual estado de Guerrero antes de la época teotihuacana en dos áreas geográficas: la Costa Chica y La Montaña. Estaban divididos en dos grupos: los del norte, asentados en Tlapa, y los del sur, asentados en Yopitzingo, conocidos como yopes. Tlapa incluía un territorio extenso situado en la porción oriental del actual estado de Guerrero: colindaba con la mixteca oaxaqueña y cubría una superficie de 10 108 km2 que se extendía desde la margen izquierda del río Balsas, hasta los linderos de las tierras bajas de la Costa Chica, en lo que ahora son los municipios de Azoyú y San Luis Acatlán.
Tlapa era el centro ceremonial más importante de la región donde habitaban los me’phaa del norte. Se encontraba dividido en cuatro cacicazgos: BuátháWayíí (Huehuetepec), Mañuwiín (Malinaltepec), Miwíín (Tlacoapa) y Xkutií (Tenamazapa). La privilegiada ubicación geográfica del cacicazgo de BuátháWayíí le permitió crecer y extender sus dominios hacia el norte, siguiendo la orilla del cerro de la Reata, hasta introducirse en forma de cuña en el territorio mixteco. El cacicazgo de Mañuwiín creció hacia el lado sur debido a la búsqueda de sal y a la intención de dominar la ruta comercial hacia el mar. Miwíín no pudo crecer, debido a que su terreno era muy pobre y a que geográficamente se colocó fuera de la ruta comercial. Xkutií se apoderó de la otra ruta comercial hacia el sur. Yopitzingo era la otra vasta región ocupada por los me’phaa, situada en los actuales municipios de San Marcos y Tecoanapa, que en conjunto tenía 2 000 km2 de superficie. Los yopes eran un grupo muy rebelde que continuamente se desplazaba de un lugar a otro. Al igual que los me’phaa de la provincia de Tlapa, los yopes parecen ser los más antiguos residentes de la comarca costera.
A partir de la expansión imperial mexica comenzaron las incursiones militares en el territorio de los me’phaa, quienes se mostraron aguerridos y ofrecieron continua resistencia. Sin embargo, en 1486 Tlapa cayó definitivamente, y fue quemada y bautizada por los aztecas como Tlachinolan (“lugar ardiendo”). Una vez sometida, Tlapa fue incluida en la matrícula de tributos. En cambio, los yopes nunca fueron vencidos. Siguieron representando el mayor problema en las tierras del sur hasta la llegada de los españoles, lo que originó la admiración de los mexicas hacia ellos, de tal manera que adoptaron como propio al dios me’phaaXipe-totec. El mismo año en que Tlapa fue sometida por los aztecas, un grupo de migrantes salió de este poblado, pasando por Malinaltepec, y llegó finalmente a fundar el pueblo de Azoyú.
Los españoles llegaron a territorio me’phaa en 1521. Los nuevos conquistadores aprovecharon la estructura forjada por los aztecas e implantaron el sistema de encomienda. En 1531, los yopes de Cuautepec se rebelaron matando a españoles e indios aliados con éstos. La respuesta española no se hizo esperar y provocó el exterminio casi total de los miembros del grupo, quienes finalmente se dispersaron hacia la montaña; incluso algunos llegaron hasta Nicaragua, en donde fueron conocidos como subtiabas. Los primeros evangelizadores franciscanos fueron rechazados. Sólo lograron llegar a Chilapa los agustinos, quienes establecieron una misión y un convento tras su arribo en 1534, convirtiendo el lugar en un importante centro misionero. Los agustinos permanecieron más de 250 años en la provincia de Tlapa, donde enseñaron a los indígenas a cultivar algodón y añil, e introdujeron la industria del rebozo.
A lo largo de la Colonia, los me’phaa se rebelaron debido a que fueron despojados de sus tierras; los levantamientos se iniciaron en 1716. Tiempo después, al inicio de la lucha por la independencia, los me’phaa de Atlixtac, Quechultenango, Chilapa y Zapotitlán Tablas participaron en la revuelta, con el fin de recuperar sus tierras. Posteriormente surgieron rebeliones, pues siguieron sufriendo despojos y maltratos por parte de los hacendados, de tal suerte que se agudizaron los enfrentamientos en 1842. Al año siguiente, como sólo se dio el indulto pero no se resolvió el litigio por las tierras, los campesinos se volvieron a levantar. Ante esta situación, que propició el movimiento popular en la región de La Montaña de Guerrero, en 1843 se creó una comisión nombrada por el general Álvarez para concertar el tratado de paz, conocido como “Convenio de Chilpancingo”, con representantes de los pueblos de Chilapa y Tlapa. Sin embargo, el 30 de noviembre fue fusilado uno de los líderes del movimiento, por lo que los campesinos empezaron la retirada. Un mes más tarde, 25 pueblos del partido de Tlapa presentaron su sometimiento al gobierno. El 9 de octubre de 1844 cerca de 4 000 me’phaa sitiaron Chilapa, debido al viejo problema de tierras y al cobro de la contribución personal; con el asesinato de su dirigente, el movimiento se dispersó. En 1849 los mismos me’phaa se volvieron a sublevar, esta vez bajo el mando del indígena Domingo Santiago, originario de Hueycatenango.
Durante la etapa porfirista continuó el aumento de las contribuciones, el despojo de tierras y las arbitrariedades de los jefes políticos, lo que propició que en 1887 Juan P. Reyes y L. León firmaran la circular El Ejército Regenerador, en la que se estableció la negativa de las poblaciones de la región de La Montaña a pagar las contribuciones al gobierno, así como a aceptar cualquier disposición de éste. Años después, los me’phaa participaron en la Revolución de 1910 con la finalidad de recuperar sus tierras, aunque una vez consumado el movimiento revolucionario, los problemas agrarios siguieron existiendo. Durante el cardenismo se notaron pocos avances en la región me’phaa, entre los más importantes se encuentra la dotación de ejidos. Actualmente, la mayoría de las comunidades se han organizado en la Unión de Ejidos, entre los que sobresale La Luz de la Montaña. Hoy en día los conflictos por la tierra continúan en la región.

+Organización social

04-icono-organizacion_cdEntre los me’phaa la base de la organización social es la familia nuclear, constituida por padre, madre e hijos. Un hombre casado tiene la obligación de cumplir con el sistema de cargos de la comunidad, participando en una mayordomía, en la comisaría, en la iglesia o en la escuela. La mayordomía es una institución importante, tanto por las fiestas como por el trabajo agrícola, ya que todos cooperan física y económicamente por igual; existe un trabajo de ayuda mutua conocido como nagumaxtaja, en el que todos los socios se ayudan sin remuneración económica. Los cargos de una mayordomía son: socio, mayordomo primero y auxiliar, mayor primero y auxiliar, mayor tercero y auxiliar, mayor cuarto y auxiliar. Todos los cargos duran entre uno y dos años según las normas de la comunidad. Los Quemadores de Vela están presentes en toda la mayordomía para presentar las peticiones de los socios ante el santo festejado.
Predominan dos tipos de tenencia de la tierra: la comunal y la ejidal. Su distribución está a cargo del Comisariado de Bienes Comunales o Ejidales. Estas dos formas de tenencia carecen de importancia para el título jurídico de tenencia ya que la dotación comunal, con el tiempo, pasa a ser propiedad individual con carácter hereditario.

+Autoridades

05-icono-autoridades_cdLos cargos municipales o comisariales son designados por el conjunto de la comunidad de manera democrática; los más sobresalientes son: comisión o topil, comandante, secretario, comisario y suplente.Los cargos están relacionados entre sí en el ámbito político y el religioso. Siempre están respaldados por un consejo de ancianos. Cuando alguien no cumple con los cargos es llevado ante las autoridades para ser encarcelado o multado económicamente. En ocasiones se le quita el terreno comunal que tiene en su poder.

+Religión y cosmovisión

06-icono-cosmovision_cdLos me’phaa explican los fenómenos naturales por medio de mitos tales como el de la creación del sol (Akha’), la luna (Gon’) y el dios del fuego (Akuunmbatsuun’), los cuales nacieron juntos en la orilla del río y fueron criados por Akuunñee, diosa del temascal y portadora de la dualidad frío-calor. Otro elemento importante de su cultura es el nahualismo. Cuando un niño nace, al mismo tiempo nace un animal y se dice que el animal es el nahual del niño. Nadie de la familia sabe qué tipo de animal es el que nació, pues el nahual sólo se manifiesta en el sueño de la persona. Mitológicamente, la costa y La Montaña de Guerrero representan para los me’phaa el lugar de origen de dos dioses o deidades: Bego, conocido también como Totonásha (hombre-esposo), dios del agua, y Sabenásha (mujer-esposa). La producción agrícola se explica a partir del origen y la existencia de estos dos dioses.
En la actualidad se notan claramente tres elementos religiosos entre los me’phaa: el primero lo constituyen las prácticas asociadas con el ciclo agrícola, en donde interviene la adoración a deidades originales; el segundo, aquellos elementos católicos que se combinan con los valores originales, y el tercero, debido a la influencia de las religiones evangélicas o protestantes que han tenido injerencia sobre diversos grupos en algunas comunidades. Estas prácticas religiosas fueron introducidas por el Instituto Lingüístico de Verano, Visión Mundial y otros misioneros formados en la Escuela Bíblica, tanto en México como en el extranjero.

+Actividades productivas

07-icono-productivas_cdEn las tres zonas se siembra maíz, frijol y calabaza, además de otros cultivos acordes al clima imperante y al consumo familiar. Sin embargo, los me’phaa dependen de la economía nacional debido a que la venta y producción de jamaica y de café constituyen el ingreso neto anual para las familias y absorbe la mayor parte de la fuerza de trabajo.
Los me’phaa emigran poco debido a que su actividad en el campo absorbe la mayor parte de la fuerza de trabajo familiar. Cuando emigran es temporalmente hacia Acapulco y el Distrito Federal, con el fin de adquirir recursos económicos para fortalecer el gasto familiar. Casi todas las familias tienen a uno de sus integrantes fuera de la comunidad.

+Fiestas

08-icono-fiestas_cdExiste una gran diversidad de fiestas que tienen su base en la organización religiosa de cada comunidad. Cada fiesta tiene de fondo una deidad original que posteriormente fue sustituida por algún santo católico durante la evangelización y constituye un momento de convivencia con otros grupos, ya sean mestizos, mixtecos o nahuas. Hay una forma de ayuda entre las comunidades conocida como “mano de vuelta”, que consiste en que, sin remuneración económica, una comunidad lleva músicos a otro pueblo, el cual se ve obligado a reponer ese trabajo de la misma manera. Las fiestas están a cargo de una mayordomía formada por socios que cooperan económicamente de manera igualitaria. Los miembros de la mayordomía trabajan fuera de la comunidad, de manera cooperativa, con el fin de recaudar fondos para costear la fiesta.
También celebran rituales de petición de lluvias durante los meses de abril (San Marcos), agosto (Virgen de la Asunción), septiembre (San Miguel Arcángel), noviembre (Todos los Santos), diciembre (Virgen de la Concepción y Navidad), febrero (día de la Candelaria) y mayo (Santa Cruz y San Isidro Labrador).

+Gastronomía

09-icono-gastronomia_cd
+Vestido tradicional

10-icono-indumentaria_cd
+Actividad artesanal

11-icono-artesania_cdLa producción artesanal varía según la región. Los me’phaa de Acatepec, Malinaltepec, Tlacoapa y Zapotitlán Tablas elaboran con su familia gabanes de lana de borrego; las familias de Huitzapula, municipio de Atlixtac, hacen ollas y comales de barro, y los que conviven con los mixtecos de Atlamajalcingo del Monte, Metlatónoc y Tlapa tejen sombreros y sopladores de palma.

+Música o danza

12-icono-musica_cdEn las fiestas religiosas se pueden admirar las danzas regionales acompañadas de las bandas de viento o del Chile Frito o un solo instrumento musical, entre otros. Entre las danzas se encuentran las de Los Chareos, Tlamanques, Vaqueros, Siete Vicios, 12 Pares de Francia, Los Tres Pares de Francia, Los Moros, La Taminque, La Monarca – Cortés, El Conejo, La Maroma, La Señora y Charreos (también llamada del señor Santiago) o los Tlaminquis o Tecuanis.
La música del pueblo me’phaa se caracteriza por el uso de instrumentos de viento y los violines.

+Medicina tradicional

13-icono-medicina_cdPara los me’phaa, la mayoría de las enfermedades tienen su origen en la violación de ciertas leyes que regulan la coexistencia del hombre con la naturaleza. Para el tratamiento de las enfermedades realizan prácticas médicas tradicionales mediante el uso de plantas propias de la región. Dichas prácticas también incluyen a rezanderos, parteras y hueseros. Una figura importante dentro de estos especialistas es el méso o curandero. La enfermedad está relacionada con sus síntomas; así, según su propia expresión, las dolencias más comunes, luego de la desnutrición, son la diarrea, el dolor de estómago y “el hinchazón”.