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+Autodenominación y tronco lingüístico

01-icono-autodenominacion_cdEl pueblo tojolabal habla una lengua perteneciente a la familia lingüística maya.

+Localización y zona ecológica

02-icono-localizacion_cdSe encuentran al sureste del estado de Chiapas, en tierras que colindan con Guatemala. El 90% de la población tojolabal se encuentra en el municipio Las Margaritas y Altamirano; el resto se distribuye de forma dispersa en los municipios de Comitán, Maravilla Tenejapa, Ocosingo, La Independencia y La Trinitaria.
El área que ocupan es de aproximadamente 6 000 km2,la región en la que habitan posee una diversidad orográfica y climática y comprende tres zonas ecológicas bien definidas. Al norte, se encuentran las tierras altas, donde el clima varía de frío a templado y la vegetación característica corresponde al bosque deciduo en donde predominan el liquidámbar, palo amarillo y especies de encinos, además de considerables extensiones de bosques de encinos, bosques de pino y bosques de pino-encino. En el centro, el paisaje es dominado por pequeños valles intermontanos irrigados por afluentes de los ríos K’abastatik, Comitán y Tzaconelha. Y al oriente, predominan las áreas de selvas altas y bajas de hojas perennes, con clima cálido húmedo, en donde los principales componentes florísticos son: amate, ceiba, guanacaste, cedro, caoba, guayacán, además de diversas especies de bejucos, epifitas, musgos y helechos. En tierras altas habitan el gato de montes, tepezcuintle, venado cola blanca, zorrillo, puma y comadreja; en los valles hay tuza, conejo, liebre, zorrillo y tejón; y en la zonas selváticas se puede encontrar jaguar, ocelote, venado cola roja, armadillo, tepezcuintle, saraguato, mono araña, puerco espín y jabalí.

+Historia

03-icono-historia_cdSegún la tradición oral, los tojolabales proceden del área de los cuchumatanes, Guatemala, aunque no existe certeza al respecto. Desde temprana época, la fértil región comiteca atrajo el interés de los invasores españoles. Comitán se convirtió en el eje económico de la colonial provincia Los Llanos, frontera geográfica, militar y “civilizatoria”; a través de ella se llevaría a cabo el tejido comercial entre Guatemala y la Nueva España. La provincia contaba, además, con un mosaico étnico donde habitaban tojolabales, cabiles, tzeltales, tzotziles y totiques, además de ser lindero de mochós, lacandones, chujes, kanjobales, mames y jacaltecos.
Para fines del siglo XVII, Comitán no pasaba de ser un pueblo de importancia secundaria en la alcaldía mayor de Las Chiapas. Más tarde, con la baja demográfica de los tributarios y las acciones de la monarquía contra la encomienda, los civiles españoles asentados en Ciudad Real empezaron a interesarse en Comitán y su región, hasta entonces feudo dominico. Proliferaron las estancias ganaderas, los trapiches y las labores y, junto con ellos, las castas y el acrecentamiento del mestizaje biológico. Desde finales del siglo XVII convergieron en Comitán indios y castas, lo que propició la transformación de la comunidad indígena local. En el siglo XVIII las fincas se extendieron hacia Las Margaritas, la región oriental y menos poblada, a costa de las tierras de los indios. Para 1893, las autoridades locales chiapanecas remataban al “mejor postor” las antiguas posesiones comunales. Para entonces los indios, antiguos dueños de la tierra, se hallaban reducidos a peones acasillados en las fincas del entorno comiteco. Como “baldíos” debían trabajar jornadas de 12 horas en los trapiches de caña, en los sembradíos y en el transporte “a lomo” hasta San Cristóbal, Comitán y Soconusco de los productos de la hacienda. Las tiendas de raya, el cepo y el látigo eran el complemento de su condición.
Las primeras décadas del siglo XX en Chiapas fueron tiempos de enfrentamientos y sangre, siendo los hacendados quienes desde un inicio ganaron la batalla. En 1921 Obregón selló la paz con los hacendados chiapanecos garantizando sus derechos de propiedad. En 1931 se iniciaron los primeros escasos repartos de tierra, pero las relaciones de servidumbre no dejaron de ser el componente esencial de la agricultura chiapaneca.
Antes que completar el reparto de los latifundios, que hasta hoy día existen, los regímenes posrevolucionarios han preferido alentar un desarticulado programa de colonización en el área selvática, para aliviar la presión demográfica y social que agita al agro chiapaneco.

+Organización social

04-icono-organizacion_cdEl principal mecanismo articulatorio de la familia es el sistema de parentesco, el cual tiene una orientación cognática (hacia las familias de ambos progenitores). La vida cotidiana se estructura alrededor de los grupos familiares extensos. Al tiempo que la madre es la autoridad doméstica y guardiana de los valores tradicionales, el padre es la autoridad primaria frente a la familia y ante la comunidad. La estructura familiar se fortalece además con el culto a los parientes difuntos.
La organización de la comunidad, en cambio, parece ser bastante laxa. Las ocasiones de contacto intercomunal son muy pocas: el mercado dominical de Las Margaritas, la fiesta de la patrona del municipio, las romerías, cada vez más escasas, y los momentos de trueque.
La vida comunitaria se refleja en actividades económicas y rituales. Así, además de la faena comunal obligatoria, encontramos el jelanel, préstamo de granos en tiempo de carestía, y el k’otak’in: sacrificio de un vacuno accidentado y sin remedio, que se destaza y vende en la comunidad para ayudar al dueño a resarcirse de la pérdida. La “asamblea comunal” es la figura central de autoridad para la resolución de conflictos, la asignación de atribuciones, la distribución de recursos y la sanción social.
Recientemente la cohesión comunal se ha visto amenazada por la labor divisionista de los partidos políticos y el culto al individualismo fomentado por las nuevas iglesias y sectas que han proliferado de manera vertiginosa en la zona.

+Autoridades

05-icono-autoridades_cdLas figuras tradicionales de autoridad conocidas como “principales”, que tenían a su cargo la responsabilidad de dirimir todo tipo de conflictos, incluso los matrimoniales, comparten hoy en día la responsabilidad de velar por los intereses comunitarios con las autoridades ejidales (como el comisariado ejidal y el consejo de vigilancia), quienes se ocupan de todo lo referente al ejido y las labores agrícolas. Actualmente, las autoridades y cargos significativos en cada colonia se restringen a los de comisariado ejidal, agente municipal, presidente de la iglesia y sus respectivos ayudantes (secretario, tesorero, policías y alférez).

+Religión y cosmovisión

06-icono-cosmovision_cdEl universo es concebido en tres niveles: el satk’inal o “cielo”, el lumk’inal o “espacio terrestre” y el k’ik’inal o “inframundo”. Cada nivel está habitado por seres cuya intervención puede influir tanto en la armonía comunal como en la individual. A lo largo de su vida, el tojolabal procura mantener el equilibrio entre las distintas fuerzas que pueblan el universo; una manera de mantenerlo es mediante la observancia de los rituales tradicionales que mezclan elementos cristianos con otros de origen prehispánico. Tal es el caso del carnaval comunitario o ta’ank’oy. Tanto los mitos como las consejas de la tradición oral hablan de cómo el abandono de los rituales y “la costumbre”, pueden provocar trastornos al individuo y a la comunidad.
La conversión al protestantismo o a ciertas sectas es un fenómeno creciente entre los tojolabales, sobre todo de la selva, hecho que ha incidido en una franca pérdida de los valores tradicionales. Se calcula que cerca de la tercera parte de la población tojolabal pertenece a la religión pentecostal o adventista del séptimo día.

+Actividades productivas

07-icono-productivas_cdLas actividades económicas varían de acuerdo con los recursos que presenta cada región. En las tierras altas se cultivan para autoconsumo, maíz, fríjol y calabaza. En los valles y cañadas hay mayor diversificación, pues siembran, además, legumbres, caña, café, cítricos y otros frutales. En la selva se dedican al cultivo comercial del café y, en algunos casos, a la ganadería, así como a la venta de productos forestales como el cedro y la caoba. Debido a que las fuentes de ingresos son más escasas para los tojolabales de las tierras altas, cañadas y valles, éstos se ven obligados a solicitar trabajo en las fincas cafetaleras del Soconusco, además de comercializar parte de sus productos agrícolas, aves de corral, cerdos, ovinos y, ocasionalmente, artesanías.

+Fiestas

08-icono-fiestas_cdLos carnavales comunitarios, las fiestas patronales, el Día de Muertos y las romerías son las celebraciones tojolabales más importantes, en donde no pierden la oportunidad de agradecer y ofrendar a los santos con regalos (copal, velas, flores y, sobre todo, música de tambores y carrizo, cohetes y una buena cantidad de aguardiente). Las romerías son las celebraciones rituales más importantes y distintivas entre la población tojolabal; son un espacio de confluencia comunitaria e intercomunitaria que permite revivir y renovar continuamente el sistema cosmogónico, además de delimitar el territorio tojolabal y establecer los puntos de interacción con otros grupos indígenas y no indígenas.

+Gastronomía

09-icono-gastronomia_cdSu gastronomía es muy amplia, siendo el maíz su principal fuente de alimentación con este preparan el pozol y las tortillas, también consumen café, frijol, chile, hortalizas plantas silvestres, hongos, carnes de aves domésticas y carnes de fauna silvestre como armadillo, conejo y ardilla.
En las romerías preparan distintos alimentos uno de ellos es la tortilla llamada Tsejeb’, la cual se prepara con maíz canela y azúcar. En temporada de lluvias una sopa tradicional es la de hongos con hierbabuena llamada k’an chay.

+Vestido tradicional

10-icono-indumentaria_cdEl traje tradicional femenino se compone de una blusa de manta, profusa y delicadamente bordada a mano, una falda de vistosos colores de satín brocado o popelina, un pañuelo del mismo género que la falda, el cual se ata a la cabeza, cubriendo el cabello trenzado con gruesas y largas cintas de colores llamativos. Acompañan el atuendo unos huaraches o en su defecto sandalias de plástico y adornos como aretes y collares.
El traje masculino está en desuso y es más comúnmente usado entre los ancianos, incluye un pantalón corto de manta blanca, una faja roja, magenta o negra, una camisa de manta de mangas anchas, bordada en el cuello, la pechera y los puños, un paliacate y los huaraches.

+Actividad artesanal

11-icono-artesania_cdPara complementar sus ingresos, en algunas comunidades tojolabales se producen ocasionalmente artesanías como blusas bordadas, cerámica y productos de jarciería.

+Música o danza

12-icono-musica_cdLa música ocupa un lugar privilegiado en las ceremonias. Los ritos se acompañan con música de tambores y de flauta, y se emplean en ellos copal, flores, cohetes y aguardiente. En las ocasiones festivas no rituales tocan también la guitarra, el violín y la armónica.

+Medicina tradicional

13-icono-medicina_cdPara los tojolabales, la relación salud-enfermedad está asociada con el mantenimiento del equilibrio de las fuerzas de la naturaleza. Cuando éste se rompe existen mecanismos para restaurarlo a cargo de especialistas de la comunidad. Se cree que los curanderos locales poseen un animal-compañero y el don de curar. Entre ellos se cuentan al ajnanum o “herbolario”, el pitachik’ o “pulsador” y la me’xep o “partera”.